Infecciones de la vejiga en los perros

Los accidentes en la casa, la petición de salir con frecuencia o en mitad de la noche, el hecho de beber más agua o, simplemente, el hecho de actuar de forma incorrecta pueden ser indicios de que su perro puede tener una infección de la vejiga (más comúnmente denominada por los veterinarios como infección del tracto urinario o ITU). 

Averiguar si su perro tiene una infección de la vejiga es importante para su comodidad general, pero también ayuda a evitar que las infecciones se conviertan en un problema recurrente y resistente al tratamiento.

Causas comunes de las infecciones de la vejiga en los perros

Las infecciones de la vejiga son algo común -afectan hasta al 27% de los perros - y tienen muchas causas posibles. Por lo general, son el resultado de las bacterias que suben por la uretra y llegan a la vejiga. Los perros pueden recoger las bacterias del entorno, nadar o incluso contagiarse desde sus propias zonas rectales o genitales.

Algunas condiciones médicas y anomalías que pueden predisponer a los perros a las infecciones de la vejiga son:

• Enfermedades endocrinas como la diabetes y la enfermedad de Cushing
• Anomalías corporales como una vulva retraída o una estenosis vaginal, que permiten que la orina se acumule de forma inadecuada
• Tumores u obstrucciones de la vejiga
• Secundarias a fármacos que afectan al sistema inmunitario, como los esteroides y la quimioterapia
• Enfermedad renal o de la próstata

Síntomas de las infecciones de la vejiga en los perros

A menudo es obvio que algo está ocurriendo cuando un perro educado y bien entrenado tiene de repente un accidente en medio del suelo de la cocina. Por otro lado, puede ser difícil saber si los perros orinan con más frecuencia o simplemente muestran un comportamiento de marcaje.

Algunas infecciones causan signos menos sutiles, por lo que es importante controlar regularmente la micción y la ingesta de agua de su mascota. Los propietarios de perros suelen notar

• Accidentes urinarios
• Aumento de la micción
• Orina teñida de sangre
• Esfuerzo para orinar, ponerse en cuclillas o levantar la pata varias veces sin que salga apenas orina

Dado que las causas de las infecciones de la vejiga son muy variadas, es importante tratar no sólo la infección, sino también identificar su causa para prevenir futuras infecciones y obtener una solución más rápida y, con suerte, permanente.

Prevención de futuras infecciones

En el caso de las primeras infecciones de la vejiga, por lo general no es necesario un tratamiento continuado tras la resolución de la infección. Sin embargo, las infecciones crónicas de la vejiga en los perros pueden reducirse modificando su dieta o utilizando dietas especiales recetadas para regular el contenido de minerales y pH de la orina. Su veterinario puede recomendar también suplementos o tratamientos adicionales.

Las infecciones de la vejiga pueden ser dolorosas, incómodas y crear desórdenes no deseados y noches inquietas para los perros y sus propietarios. Un diagnóstico y un tratamiento rápidos pueden eliminar la necesidad de más pruebas, medicación, limpieza y, lo mejor de todo, menos molestias para su cachorro.